BROTHERS: A TALE OF TWO SONS

BROTHERS: A TALE OF TWO SONS (PC, Xbox, Microsoft, PlayStation Network)…es difícil crear sencillez que tenga éxito en ventas, más aún si el estudio que lo desarrolla es pequeño (Starbreeze Studios). En el juego Brothers: A tale of two sons, aunque el juego es solo experiencia para 1 player, manipulamos a la vez a dos personajes, dos hermanos, que recorren un mapeado con puzles. Cada hermano se conduce con un joystick del mando, y pone a prueba nuestra capacidad de coordinación, igual que si hiciéramos un test médico para renovar el carné de conducir. Atentos porque vamos a destripar el juego, por si alguien no quiere ser spoileado. La historia – ambientado en un mundo medieval de fantasía- empieza con la enfermedad de nuestro padre viudo. El hombre se ve aquejado por una fuerte indisposición y los hijos lo llevan a toda prisa en camilla hasta un médico. Éste les dice que para curar al padre deben ir hasta un lugar inhóspito y traer consigo el agua de la vida, un brebaje mágico.

     Los dos hermanos se embarcan a la aventura sin mochila, sin comida, ni agua y ni móvil. Los mapas son lineales aunque se requiere de un poco de exploración para encontrar el sendero. Básicamente son puzles que deben resolverse para que ambos hermanos progresen a la vez. Mientras uno es más hábil y pequeño –se puede colar en rincones- el otro presenta más fuerza física. Durante el transcurso del viaje obtienen la ayuda de un troll que los acompaña hasta unas montañas pobladas de peligros. El troll hace honor a su nombre y más que guiar a nuestros aventureros busca el beneficio propio para que liberen a su trolla, su novia, raptada por unos orcos. Cuando finalizan su misión, adiós y muy buenas. No es tan troll como creemos, antes les da un mapa que les dice por dónde ir. Vamos a soltar más spoilers.
 
     Los hermanos continúan hasta llegar a otras montañas más altas y ocupadas por unos seres un tanto extraños que tiene en cautiverio a una chica. La liberan y huyen corriendo hasta un castillo en ruinas. La mujer, que en un principio parece de lo más normal, empieza a mostrarnos una fuerza inusual. Es capaz de pegar saltos que ya quisiera spiderman sin cuerdas. Enseguida se nos muestra lo inevitable, la chica parece ser pariente del héroe del cómic y saca 6 patas más dos que ya tiene para convertirse en una monstruosa araña hambrienta. Los hermanos no se andan con chiquilladas y se convierten en dos auténticos camorreros para compenetrarse. Uno –el más pequeño- derriba de una embestida a la araña y el otro le arranca las patas como a un bogavante. En el enfrentamiento el hermano mayor, el que hace el trabajo sucio, sufre la acaricia de una de las patas de la araña. Le perfora el torso como si pinchara una oliva. Aquí viene cuando al jugador se le queda cara de espasmo cuando ve que el hermano pequeño, tras muchos esfuerzos, no logra salvarle la vida al mayor aun habiendo hallado el agua de la vida. Este es uno de los momentazos del juego que sorprende ya que son muy pocos los estudios que se atreven a matar a sus propios protagonistas. Está claro que es un juego indie de principio a fin. 
Cada hermano lo llevamos con un joystick del mando
     La cosa no acaba ahí. El hermano pequeño vuelve hasta donde está su padre enfermo pero antes se enfrenta a su peor fobia: nadar. Saca fuerzas después de ver un espectro de su madre –fallecida- que le susurra algo a la oreja. Parece que le promete comprar la Play4 porque el niño se tira palante a nado como si fuera el hijo de Michael Phelps. El hermano menor cura al padre gracias al agua de la vida pero la noticia de que el mayor ha perecido en el viaje le hace hundirse de nuevo. No sabemos qué es peor. Brothers: a tale of two sons tuvo una recepción muy buena. Sus críticos le dieron puntuaciones muy altas consiguiendo vender más de medio millón de copias, un número muy alto para tratarse de un proyecto indie. Su éxito está en su sencillez – es adaptable a todos los públicos -, su precio y sobre todo su historia de amor y cariño de dos hermanos que se sacrifican por sus padres. Para nosotros es una obra maestra. Un ejemplo de que un videojuego ya transmite igual emociones o más que un film o una obra de teatro. Brothers: a tale of two sons ganó el premio a Best Innovation 2013 entre otros. No es una aventura rejugable aunque tiene una serie de coleccionables sin sentido como encontrar todos los bancos donde sentarse y ver panorámicas. Otros, en cambio, se basan de acciones que podríamos pasar por alto jugando a toda pastilla. Es bueno jugarlo despacio. Su precio es de unos 20 euros (según la plataforma) y está disponible en edición física. Muy recomendable.

Calificación: Muy bueno