LUMO

LUMO (PS4, PsVita, One y PC)… si eres nuevo en la industria, puede que te guste. Pero si eres un veterano, LUMO te va a sumergir en la nostalgia. El juego (1player) es un proyecto indie dirigido por un desarrollador finlandés, Gareth Noyce, que quiso hacer  un homenaje a los juegos con vista asimétrica propio de los ochenta. Está cargado de detalles. Empezamos llevando a un chic@ que se adentra en un salón de exposición de juegos retro. El chaval, o chavala –podemos elegir sexo- se pone a jugar en una consola y es absorbido por una magia que le introduce en el videojuego. Llevamos a un monigote enano con un sombrero picudo que apenas nos deja verle la cara y un bastón de magia a lo Gandalf. 

     El muñeco, que se presupone es el chic@ abducido, explora las 400 habitaciones que hay repartidas en los diferentes mapas con el objetivo de salir. Avanzamos resolviendo los puzles y/o saltos plataformeros que nos retan en estancias ambientadas en una fantasía medieval rara. Aquí la vista isométrica juega en nuestra contra pues a veces el control no es preciso – los ángulos de vista pueden provocar el error en el salto, por ejemplo- así que es aconsejable fijarse bien en la sombra en el suelo que proyecta nuestro personaje.
     LUMO tiene buenos detalles ochenteros que las generaciones actuales pueden no entender. Si naciste en el 2001 ¿sabrías decirme cómo funciona un cassette? Hay repartidos 50 de ellos en todo el juego a modo de coleccionable, aunque no sirvan para nada. Para tu curiosidad, debes saber que antes los juegos se cargaban usando uno de éstos. 
La vista isométrica es el plato fuerte del juego, propio de juegos ochenteros de ordenador

     Además, LUMO también tiene guiños en algunos puzles que son plagiados de juegos de la época en la que se inspira, no sabemos si para enseñar a las futuras generaciones cómo se jugaba en isométrica o para simplificar. Jugar al laberinto tipo Pac-Man con 4 entes malignos que nos quieren dar caza es uno de los momentazos del juego. La idea es muy buena pero ni el protagonista ni la historia sintonizan con el jugador. Una pena, pues LUMO es un digno homenaje a los ochenteros pero le falta "chicha". No nos explican a qué se debe que nuestro joven sea abducido por una computadora, quién es ese mago oscuro que aparece en la carátula o qué significado tienen ciertas fases en las que recolectamos microchips. Uno de los coleccionables es un tanto ridículo -recolectar patitos de plástico- y su apartado técnico resulta sencillo. 

     Como se trata de un juego indie (15 euros), tampoco se le puede exigir demasiado. Tuvo cierto éxito entre los jugadores veteranos pero se lo podrían haber currado un poco más. LUMO tiene dos niveles de dificultad: uno es con vidas infinitas y el otro con las vidas contadas con los dedos (Old School). Jugando en este modo es donde nos clasifica online para ver nuestra destreza con el resto del mundo. Tiene una duración de unas 10 horas, dependiendo de lo duchos que seamos. Es de esos juegos curiosos, baratos, sencillos que nos hacen revivir lo antiguo, pero a su manera. Si no te engancha en la primera partida, mejor déjalo. Las últimas fases -de hielo- son un poco trampa.
Calificación: Aceptable