El juego ya tuvo polémica antes de salir a la venta. Esta vez, la dirección del proyecto cayó en manos de Jun Takeuchi, a quien le cayó una lluvia de críticas cuando en el 2009 dio a conocer el tráiler de presentación en el evento mundial del E3. En el tráiler aparecía Chris Redfield, un personaje de la saga, disparando y acribillando a montones de paisanos de raza negra dentro de un poblado africano supuestamente infectado. Las críticas no tardaron en salir. En la red, la gente empezó a llamar al videojuego RE5 “el mata-negros” y acusaron a Jun Takeuchi de perfilar la marca Redident Evil de racista.
Por si fuera poco, algunos sectores de ultraderecha de EEUU se congratularon del juego en sus páginas webs haciendo incluso publicidad gratuita de él para impulsar su venta antes de que saliera. Esa noche, seguro que Jun Takeuchi no pegó ojo o soñó que Hitler le hablaba. El bueno de Takeuchi se justificaba diciendo que se trataba sólo de un videojuego aunque la compañía Capcom no lo tenía muy claro. Vio que las ventas podían peligrar si el juego sufría un boicot. La situación se hizo tan insostenible que rápidamente se convocó una rueda de prensa a los medios poniendo de manifiesto que no era su intención crear un juego xenófobo y pidió disculpas a quienes podrían haberse ofendido con el contenido. Además, comunicó que el juego iba a ser reprogramado para anular esos tintes racistas.
Politizar los videojuegos está mal pero era obvio que al ver el tráiler alguien se asustara o pensara mal pues sólo Chris, el protagonista, es el único blanco de toda la presentación armado hasta los dientes y disparando sin piedad contra negros que salen a su paso. Y para darle más polémica, los escenarios eran en poblados humildes de África ¿en qué debían estar pensando los programadores cuando lo idearon? seguro que montaron el tráiler por piezas separadas y cuando vieron su conjunto se echaron las manos a la cabeza. El problema fue solventado de inmediato, entre los enemigos también aparecen blancos y, además, Chris está acompañado por Sheva, una afroamericana. Asunto zanjado.
La coprotagonista, Sheva |
Aunque ya empezó con críticas, el juego alcanzó las 20 millones de copias vendidas, y eso que aún le quedaban más críticas por recibir. El juego sigue la estética de su predecesor. Cámara al hombro, espalda del personaje y a matar infectados. No hay zombis. RE5 se presentó como un survival horror pero no lo era ni por asomo, era un shooter al puro estilo.
Los más fanáticos acusaron esta vez a Jun Takeuchi de desvincularse demasiado de la línea de los “Resident Evil”. El juego no logra transmitir ni una pizca de miedo, a diferencia de sus antecesores. Es normal, jugamos con mucha munición, con armas automáticas y, además, tenemos una compañera de equipo con la que siempre estamos bien escoltados y nos ayuda, incluso podemos intercambiar objetos con ella. Doble munición y armas. No nos engañemos, Resident Evil 5 es un shooter de principio a fin.
El director de programación Jun Takeuchi tuvo que pedir disculpas por el clima racista del juego. Siempre mantuvo que no hubo intención alguna de ofender. De eso estamos seguro |
El juego se traslada al continente africano. Al parecer, la compañía Tricell, la homóloga de Umbrella, está haciendo experimentos con ciudadanos del continente negro. Un equipo de expertos en armas químicas se desplaza al lugar para comprobar este extremo. Descubren que la empresa Tricell se ha dedicado ha realizar todo tipo de ensayos en humanos, plantas y animales. Seres infectados, mutaciones aberrantes, psicópatas, perros zombi que corren que se las pelan. Es con éstos con los que Chris debe lidiar a balazos. El juego en sí transmite tensión en algunos momentos, cuando nos están persiguiendo todo el poblado y ya no sabes por dónde ir. Pero ese miedo psicológico propio del survival terror brilla por su ausencia.
Se puede jugar a dos simultáneos al modo aventura y también al modo mercenarios, cosa que se agradece. También está la opción online en ambos modos, un aliciente muy importante que le da un soplo de vida al videojuego.
¿Adivináis a quién nos encontramos? A Albert Wesker y sus gafas de sol otra vez. ¿El juego es bueno? por supuesto, es muy bueno, pero no es un Resident Evil.
POSITIVO
- matar infectados, una de las mejores maneras de invertir tu tiempo.
- el arsenal de armas a nuestro alcance. Parece que nos vamos a la guerra.
- cambiar el escenario del conflicto y descubrir África.
NEGATIVO
- innova poco, respecto a su modo de juego ya visto en RE4. No es un survival horror.
- la polémica que tuvo en su pre-lanzamiento, aunque fue solventado.