El primer Aragami había sido un éxito (más de 600.000 copias vendidas). Estaba cantado que el estudio Lince Works pensara en una secuela directa. Enseguida se pusieron manos a la obra con la segunda entrega la cual no se rebanaron los sesos en ponerle nombre: Aragami 2.
Este nuevo título se mueve con el mismo motor gráfico que el anterior (Unity) pero tiene una mejora técnica significativa. El jugador puede ahora saltar cuando quiera, colgarse por varias superficies, pegarse a la pared, usar la espada más arbitrariamente…en definitiva, ahora tiene más libertad de movimiento. Si en el anterior Aragami el salto era contextual (el escenario podía o no dejarnos saltar hasta un lugar muy concreto) ahora nuestro ninja pega unos brincos que no veas. Esto permitió a los desarrolladores dibujar mapas más verticales, aumentando así la sensación de gran dimensión en el entorno.