El primer Aragami había sido un éxito (más de 600.000 copias vendidas). Estaba cantado que el estudio Lince Works pensara en una secuela directa. Enseguida se pusieron manos a la obra con la segunda entrega la cual no se rebanaron los sesos en ponerle nombre: Aragami 2.
Este nuevo título se mueve con el mismo motor gráfico que el anterior (Unity) pero tiene una mejora técnica significativa. El jugador puede ahora saltar cuando quiera, colgarse por varias superficies, pegarse a la pared, usar la espada más arbitrariamente…en definitiva, ahora tiene más libertad de movimiento. Si en el anterior Aragami el salto era contextual (el escenario podía o no dejarnos saltar hasta un lugar muy concreto) ahora nuestro ninja pega unos brincos que no veas. Esto permitió a los desarrolladores dibujar mapas más verticales, aumentando así la sensación de gran dimensión en el entorno.
Ahora el juego gana también en exploración ambiental. El jugador puede experimentar más, no fases tan lineales, sino ir a donde le dé la gana. De hecho, los escenarios (ahora mucho más grandes) ocultan una serie de ítems secretos que hay que encontrar, algunos de ellos en sitios muy rebuscados. El trabajo de los mapas es tan denso que en todo el juego existen solo unos pocos escenarios. Eso provoca que la campaña transcurra en los mismos mapas los cuales nos hacen visitar una y otra vez sin una variación necesaria. Únicamente cambian las misiones pero el escenario es el mismo. Algunos jugadores se quejaron de que la experiencia era un poco repetitiva.
La historia que nos cuenta este Aragami 2 ocurre 100 años después del primero. Trata sobre una irreconciliable enemistad entre dos clanes de un valle montañoso enfrentados en una guerra. Uno de ellos aprovechándose y secuestrando la esencia espiritual de los aragamis (los guerreros ancestrales que dominan el arte de las sombras) para usarlos como esclavos en unas minas. El clan oprimido (Clan Kurotsuba) invoca a nuestro protagonista para que le ayude en esta guerra. A partir de ahí, el jefe de este clan no para de enviarnos a recados que son nuestras misiones principales. Ayudar a no sé quién, rescatar de su cautiverio a otro, sabotear suministros, eliminar un objetivo, robar, etc. La historia no consigue engancharnos tanto como lo hizo el primer Aragami pero se recompensa con su jugabilidad mejorada. El apartado de motor gráfico muestra un salto de calidad indudable respecto al primero pero hay que reconocerle que la jugabilidad del primer Aragami era más adictiva, a vista personal. Quizá por la torpeza de nuestro ninja en la primera entrega, menos hábil, pero que obligaba al jugador a exprimirse los sesos para pensar la siguiente jugada. Cometer un error en el primer Aragami era muerte casi segura. En este Aragami 2 no, uno puede defenderse con una katana bien afilada y la ayuda de algunos poderes sombríos.
También hemos observado cierta torpeza de la IA de los enemigos que observan cadáveres tirados en medio de una plaza ─de un enemigo que hemos pasado a cuchillo─ y se ponen a dar voces de alarma pero ninguno hace nada por tratar de localizarnos. Pasados unos segundos, todos los guardias vuelven a su sitio en estado de relajación, como si no hubiera pasado nada mientras el cuerpo sigue allí tirado en medio un charco de sangre, y eso jugado en nivel difícil. Quizá hubiera sido más apropiado penalizar al jugador de manera más severa en caso de dejarse un cuerpo sin ocultar. Por ejemplo, no ocultar el cuerpo y ser descubierto por los otros debería tener consecuencias como una prealerta constante en el resto de los enemigos, por lo menos los de la zona. O bien una respuesta más contundente de la IA de los enemigos. Ni los soldados de élite ni los fanáticos (los enemigos más duros) consiguen intimidarnos. Estos aspectos no dañan al juego en general pero dejan anécdotas al usuario que observa una IA un poco floja.
Si los que probaron el primer Aragami echan de menos su forma de jugar más pausada en este Aragami 2, hay buenas noticias para ellos: en todas las misiones está disponible el modo clásico. Una opción para jugar con las mecánicas del primer juego, sin pegar brincos y usando las sombras para desplazarnos. Una manera más tranquila de disfrutarlo pero que desentona con los mapas diseñados en este Aragami 2, mucho más verticales para ser explorados. El primer título del juego consiguió vender más de medio millón de copias (todo un éxito) sin embargo en este Aragami 2, el cual pusieron todo su empeño, no consiguió pasar la cifra. Realmente no se sabe exactamente cuántas copias se vendieron pero las ventas no fueron las que esperaron. En Marzo 2023 un tuit de la cuenta oficial de Lince Works anunciaba el cierre de la compañía dando las gracias a toda la comunidad de fans. Este es uno de los grandes quebraderos de cabeza a los que se enfrentan a diario las pequeñas compañías de desarrollo. Hacer una fuerte inversión en un producto ─como es el caso de Aragami 2─ conlleva altísimos riesgos si los números no cuadran. Si las ventas no salen muy positivas puede provocar la caída del estudio entero.
Las compañías de juegos triple A pueden soportar uno, dos, o varios tropiezos porque tienen otros grandes juegos que pueden cubrir sus pérdidas. Es incuestionable que la gente de Lince Works realizó un buen trabajo, un juego ejecutado con cariño y profesionalidad a raudales pero la oferta se encontraba saturada. Quizá su análisis de mercado no fue el acertado. Es una auténtica jungla para las startups que quieran hacerse un hueco entre las grandes compañías. Resumiendo, Aragami 2 es un juego muy recomendable para los amantes del stealth-action y especialmente a los apasionados del Japón feudal. Su música, su ambiente,.. les harán delicias para los sentidos. El lector se preguntará entonces ¿es mejor Aragami 1 que el 2? depende de los gustos de cada jugador. Si te gusta pensar la estrategia más que moverte a espadazo limpio, Aragami 1. Si lo que buscas es más acción, habilidad a la hora de luchar y poca estrategia, Aragami 2.