"Intente no morir de forma horrible mientras yo no esté. ¡Tenga un buen día!" Un empleado de la mansión a uno de sus invitados (The Sexy Brutale)Sin duda, la industria de los videojuegos está más que saturada ¿qué estudio se atreve ahora a lanzar un videojuego shooter, o un RPG, habiendo los pesos pesados como Call o Duty, Battlefield o Dark Souls? Pues por mucho que nos cueste creerlo, algunos se atreven, aunque luego supongan un castañazo que noquea la compañía. Sin embargo existen otras más cautelosas que aprovechan los tiempos que corren para tantear el mercado con géneros olvidados, por ejemplo con los puzles en vista isométrica. Este es el caso del estudio Cavalier Game Studios, británico, y Tequila Works, español, creadores de RiME y Deadlight, se unieron para crear The Sexy Brutale.
El juego nos plantea resolver, y evitar, unos homicidios consumados que se repiten cada día, a la misma hora, en el mismo lugar. Nuestro protagonista se encuentra en una fiesta privada de máscaras en una mansión-casino que vive los mismos hechos una y otra vez, en forma de bucle, y al final del día un reloj corre hacia atrás para volver a empezar los macabros sucesos. Como se puede imaginar el lector, el juego se inspira en muchos otros juegos, películas (Atrapado en el tiempo), e incluso obras de teatro (El fantasma de la ópera). Ambos estudios, el español y el británico, unieron sus talentos para lograr algo distinto. La idea surgió después de que unos trabajadores de Cavalier Game Studio realizaran unos prototipos que se guardaron en un cajón después de que no encontraran una distribuidora con agallas. Meses después, Raúl Rubio, director ejecutivo y director creativo de Tequila Works, les echó un vistazo y comprobó que el concepto tenía potencial. Acordaron trabajar juntos para llevarlo a cabo comprometiéndose a encontrar una distribuidora que lo publicara y promocionara. Creemos que lo más difícil fue esto último. Finalmente, el juego vería la luz para todas las plataformas en 2017.
Las críticas, en líneas generales, fueron recibidas de forma satisfactoria y es una pena que mucho público jugón no sepa nada de The Sexy Brutale, por lo que podemos deducir tímidamente que la distribuidora no ha hecho bien su trabajo. The Sexy Brutale nos habla de Lafcadio Boone, un predicador pecaminoso ─así lo describe el juego─ que se despierta en el suelo, como en una resaca, en una habitación de una mansión y casino llamado The Sexy Brutale, como el título indica. El nombre tiene telita, pues es una técnica comercial de llamar la atención al comprador que chequea la estantería de una tienda de videojuegos. Y de paso, que tus contactos en la consola te pregunten “a qué juegas” en clara alusión al nombre del juego. Se decepcionan cuando les digo que es un juego de puzles. Volviendo a la historia, Lafcadio se entrevista con una criatura ensangrentada que le marca la máscara que porta. Le dice que están asesinando a los invitados de la mansión y que todas las noches, a medianoche, el reloj se reinicia el día vuelve a empezar en un bucle interminable. Si lo pensamos bien, resulta una tortura de lo más macabra para las víctimas que están siendo asesinadas. Resucitar para volver a morir. Lo primero que intriga al jugador es qué provoca que el tiempo se reinicie infinitamente. A continuación, esta criatura ensangrentada le dice que el único modo de escapar es salvando las vidas de estos invitados.
"Los invitados no van a recibir el trato que desean..." (introducción del juego)Cada vez que Lafcadio salve a un invitado recibe su poder que le permite adentrase más en los confines de la mansión para así descubrir sus secretos. Los invitados son variopintos; el clásico chulo piscinas, la friki asocial y amante de lo oculto hasta un ingeniero y mente intelecto que va en silla de ruedas. El juego es el clásico point-and-click con vista isométrica. Gráficamente es vistoso e invita a explorar los misterios de la mansión/casino, pero se podrían haber currado más los enigmas para evitar algunos homicidios. Algunos son de una dificultad llana, con especial relevancia el último que se supone debería ser el más complejo. Pero lo que el juego nos aporta es originalidad, con unas reglas de juego muy singulares para resolver los puzles. Cada día transcurren 12 horas (9 minutos en el juego) que se reinician siempre que el reloj marca la medianoche, de manera automática.
Lafcadio no puede estar en la misma habitación que un invitado vivo, o empleado de la mansión. Por consiguiente, para salvar las vidas de los invitados nuestro protagonista debe descubrir las circunstancias de su muerte y buscar cualquier pista en diversos momentos clave en los que podría cambiar su destino. Si algún suceso se nos pasa por cafres, pues a volver a empezar desde el principio, siempre que queramos. El jugador tiene todo el tiempo del mundo, nunca mejor dicho. El desenlace puede dejarnos algo agridulces. No es un final esperado pero sí descolorido. Algunos de los asesinatos se producen de una manera un tanto chorra. Hasta un jugador podría resolver cliqueando sin sentido. Pero The Sexy Brutale es un juego resultón, que no desagrada a nadie ni tampoco crea tendencia. Es una suerte contar con él pues sus copias son escasas, y es de los pocos juegos que viene con su libreto de instrucciones, con sus ilustraciones, cd de música y en algunas ediciones viene hasta con un cómic y todo. Una rareza de nuestros días. Bravo a ambos estudios por probar algo diferente.
Epílogo y aviso de spoilers
The Sexy Brutale es una mansión/casino donde los invitados de Lucas Bondes, The Marquis, pasan el día como huéspedes, jugando y bebiendo, mientras alguien planea asesinarlos. Los empleados de la mansión, siempre impolutos y con unos modales ejemplares, son cómplices. A medida que nos vamos adentrado a los subterráneos de la mansión, la zonas más oscuras del complejo afloran con más o menos acierto argumental. Lafcadio, el héroe que investiga los sucesos, resulta ser el causante de esta sangría. Años atrás le prendió fuego a su propia casa/casino, ostentosa, para cobrar dinero del seguro con el que empezar una nueva vida junto a su mujer, y abrazar la vida austera en una vivienda más pequeña. La cosa le salió mal, pues quemó a todos los nueve invitados que había dentro, incluida su mujer. Un pequeño error de cálculo.
Él consigue escapar por los pelo, consiguiendo recuperarse en el hospital para posteriormente irse al trullo. El hilo se va enredando cada vez que vamos acercándonos al final, pero de tal manera que parece un castillo de naipes desmontándose para decepción y/o asombro del jugador. ¿Y qué pasa con el hecho de que el tiempo se repita en bucle? Cuando Lafcadio cumple la condena, años después, sale y se enfrenta a sus miedos de repetir el catastrófico día, de manera infinita, enchufado a una especie de máquina que no sabemos muy bien cómo ha conseguido tal ingeniería.