En su aventura por ir a rescatar a la princesa secuestrada, el
caballero Arthur tenía que ir sorteando obstáculos mientras luchaba contra
zombis, demonios, pajarracos, plantas carnívoras, serpientes voladoras, gárgolas, dragones, etc. Cabe
resaltar, que el juego, en lo que respecta a su dificultad…¡era un infierno!
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El juego tenía una dificultad espantosa |
Un juego realmente difícil que podía llegar a
desesperar hasta al más zen. A su dificultad, se le tenía que añadir la patosa
capacidad de maniobra de nuestro personaje, que contra demonios voladores y
demás enemigos, sólo podía saltar y dispara en dos direcciones. Era un desequilibrio de fuerzas que dejaba vendido a nuestro
caballero desde el inicio.
Además, nuestro personaje se quedaba literalmente en calzoncillos cuando recibía un solo golpe, una estrategia de los creadores para transmitir inseguridad al jugador. Cuando recibía el segundo golpe, significaba su muerte convirtiéndole en un puñado de huesos.
Además, nuestro personaje se quedaba literalmente en calzoncillos cuando recibía un solo golpe, una estrategia de los creadores para transmitir inseguridad al jugador. Cuando recibía el segundo golpe, significaba su muerte convirtiéndole en un puñado de huesos.
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Final boss del juego |
No obstante, el juego desprendía una extraña
adicción a los retos que se nos planteaban, pero también hay que decir que
muchos jugadores encontraron la frustración al no poder ver nunca su final. Si
algún lector se atreve, es posible jugar a una versión de PC en varias páginas
web’s de juegos gratis. CAPCOM se pasó tres pueblos con la dificultad de este
juego, haciendo casi imposible incluso llegar a sus últimas fases, y ya no decimos su jefe final. Para añadirle más leña al fuego, los programadores diseñaron otra idea
descabellada: una vez el jugador vence al final boss del juego, y ya con intención
de hacer una fiesta en su casa, aparece un mensaje subliminal en el que nos
dice que la habitación del monstruo es "producto de nuestra imaginación " y
hace retroceder a nuestro personaje ¡¡hasta la primera fase!"! O sea, que había que
pasarse de nuevo el juego entero desde el principio. En la segunda vuelta, los enemigos que disparaban, lanzaban sus proyectiles más rápido. Si llegábamos por segunda
vez al final boss, entonces sí era él realmente. Conclusión: para pasárselo había que completar todas las fases dos veces. Obviamente, esto era una estrategia
comercial para hacerte quemar monedas en la máquina. Solo los más expertos jugadores, y con muchas
horas de dedicación, consiguieron completar el juego.
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Así quedaron muchas teles jugando a Ghosts'n Goblins |
A nivel domestico salió una versión para la NES de
Nintendo que se convirtió en el juego más difícil de todo su catálogo.. El juego tuvo mucho éxito aunque tuviera la
dificultad por las nubes por extraño que parezca. Más tarde
saldrían más versiones del mismo juego bajo el nombre de Ghoulsn’ Ghost
para Megadrive y Super Ghoulsn’ Ghost para la Super Nintendo con
pequeños retoques como nuevas armas y una armadura dorada con capa roja que daba
un pequeño aire heroico a nuestro caballero Arthur, y que podía disparar rayos
con ella. Un atributo que jugadas tres partidas, el usuario se daba cuenta de
que no servía para nada excepto para postureo. La dificultad del juego Ghosts’n Goblins se
convirtió en el buque insignia de la franquicia, lo que provocó que las demás
versiones fueran igual de difíciles que la primera. Como dato curioso, el
protagonista Sir Arthur salió como personaje seleccionable en el juego Marvel
vs Capcom que enfrentaba a luchadores de las dos marcas. Ghosts’n Goblins y su
dificultad es un ejemplo de juego clásico en estado puro. ¿Quién se atreve ahora a echarse unas partidas?
¿SABÍA QUE...?

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Maldita Castilla |