LOLLIPOP CHAINSAW

"Nunca pensé que alguien con unas tetas así pudiera salvarme".- un superviviente a Juliet, después de salvarle.
LOLLIPOP CHAINSAW (PS3, Xbox360)… la compañía Grasshopper Manufacture, con la ayuda del equipo de Suda51, lanzaron al mercado uno de los juegos más trallados de la generación Ps3 y X360, a la par que divertido. Vamos a destripar el argumento de Lollipop Chainsaw, que no es otro que el de una chica animadora del ficticio instituto San Romero, la cual no tiene otro pasatiempos que matar hordas de zombis. 

    La protagonista del juego, una joven rubia con potente delantera, se presenta ante nosotros como una inocentona chica de escuela con coletas, cuerpo escultural y minifalda, mientras saborea a lengüetazos un chupa-chup de fresa.

    La animadora celebra su 18 cumpleaños y ha quedado con su novio Nick, chico formal sin mente sucia a primera vista, de cuerpo atlético, vestido con cazadora deportiva de universidad y flequillo. Su cara de chico sano americano es una ironía al tópico de actor de terror juvenil. Eso es en lo que trabajan los chicos de Suda51, tirar de tópicos y reírse de ellos. La chica animadora y su  novio han quedado en el parque pero una pandilla de zombis, salidos de no se sabe dónde, atacan a Nick y lo convierten en un zombi. Juliet, la protagonista, no se le ocurre otra idea que decapitar la cabeza de su novio para cortar el contagio del virus zombi. Se cuelga la cabeza en el cinto como si fuera un trofeo y comienza la aventura. A lo largo del juego, tendremos en todo momento la compañía de la cabeza parlante del novio (que está vivo) y nos irá diciendo chorradas. 


    Los chicos de Suda51, considerados los Tarantinos del los videojuegos, consiguen divertir al jugador a base de situaciones que le van surgiendo a Juliet. En cuanto a jugabilidad, Lollipop Chainsaw es un juego del estilo Hack and Slash, que para los que no entiendan la jerga, se traduce literalmente como 'cortar y rajar', y que, básicamente, es lo mismo que un beat'em up de ir pegando tortas a todo aquel que se interponga. No presenta nada nuevo al género ni revoluciona nada, pero su humor gore nos ha hecho reír en más de una ocasión. Atentos a los diálogos, no hay ninguno aburrido. En todos ellos salta la gracia que nos hará olvidar el botón skip durante toda la aventura, al menos la primera vez. Juliet se desplaza por los escenarios con una motosierra (chainsaw) partiendo zombis con extrema facilidad. Aunque también hay fulanos a quienes salvar, ojo. Si no lo hacemos, se convertirán en zombis obviamente aunque tampoco pasa nada; no nos penalizan ni acaba la partida. Simplemente seguimos cortando zombis.

    Mucha sangre y muchas vísceras a lo serie B acompañado de colores cursis. Acciones con ralentizaciones exageradas. Posturitas insinuantes de Juliet para provocar al jugador. Pintoresco es la palabra que más acompaña a Lollipop Chainsaw. Con un sentido del humor que muy pocos videojuegos lucen con tanto orgullo. Probad sino a darle la opción de juego fácil en el menú principal; aparece la imagen de una gallina en alusión al jugador con ánimo de ofender pero que, al final, consigue arrancarte una sonrisa. Lollipop Chainsaw es un juegazo que vende muy bien tres cosas: diversión, risas y entretenimiento zombi.



"ZOMBIES SUCK!"  (Juliet)


    Y la pregunta del millón es…¿de dónde sale tanto muerto en el juego? Porque llevamos dos horas de juego y no aparece ni un atisbo de por qué salen tantos zombis de debajo las piedras. Resulta que un compañero de clase de Juliet se enamora perdidamente de la animadora. El chico es un paria del instituto y objeto de burlas de los demás alumnos. Un tío con maquillaje gótico y piercings en fosas nasales en un colegio de pijos tiene poco futuro. Un pringao que se da cuenta del amor no correspondido con Juliet. Un buen día, lejos de darse por vencido, se levanta el desafortunado con mal pie y no se le ocurre otra idea que despertar a los zombis de media humanidad ─mediante un hechizo─ para vengarse de todos de su desafección. Como si el resto de la humanidad tuviera la culpa.

    Como os imagináis, el final boss del juego es el chico gótico frustrado que no ha podido gozar las caderas de Juliet. Pero ahora de bufón ya no tiene ni un pelo y se ha convertido en un poderoso zombi. Una bola de sebo de proporciones gigantes que quiere comerse a Juliet sin especificar cómo se la quiere comer. El juego es desternillante, desprende mucho humor y únicamente se le puede echar en cara su corta duración (apenas 7 horas)

    El juego fue acompañado de una campaña de marketing brutal. Usaron la fórmula maestra "dos tetas tiran más que dos carretas". Como la protagonista es una tía de buen ver, no dudaron en reclutar a la cosplay más dotada del casting para promocionar Lollipop Chainsaw. El resultado es la explosiva actriz que veis aquí debajo, (cosplay oficial del juego) con motosierra en mano que era imposible que pasara desapercibida por la feria. La parada de los adolescentes al stand de Lollipop ChainSaw era casi obligatoria, intuitiva más bien. Se podía probar una beta del juego y hacerse fotos con Juliet. Faltó hacer una encuesta a los visitantes preguntando si tenían pensado comprarse el juego por los zombis o por la protagonista. Nunca lo sabremos.


Calificación: muy divertido