PAC-MAN

PAC-MAN es un juego de recreativa que vio la luz por primera vez en 1980. Su creador Toru Iwatani, un joven programador japonés, se encontraba cenando con sus amigos en un restaurante y se fijó en la pizza que se estaban comiendo, justo cuando uno de sus colegas cogió la primera porción. Dice la leyenda, que su juego salió a partir de esta visión de la pizza a la que le faltaba un trozo y se imaginó un icono en forma de cabeza comiéndose objetos. 

   
Cuando regresó a su casa, se puso a trabajar en esa idea y diseñó un esquema de juego en el que una cabeza iba comiendo cocos en un laberinto mientras otros enemigos, con forma de fantasmas, trataban de darle caza. Al día siguiente, Toru Iwatani presentó el proyecto a la compañía Namco, donde trabajaba, y le dieron luz verde para empezarlo a programar.



    A estas alturas, no explicaremos de qué trataba el juego porque es obvio que todo el mundo lo conoce con sólo echarle un ojo. El nombre vino de la idea del ruido que hace el muñeco cuando come los cocos, parecido a un “paku-paku” estruendoso, de ahí Pac-Man. La dificultad iba en aumento en cada nivel, 255 en total. En los últimos niveles, el poder que nos permitía comernos a los fantasmas quedaba inhabilitado y los enemigos se volvían tremendamente agresivos. El gamer Billy Mitchell, un loco norteamericano que no tenía otra cosa en la vida que reventar récords de videojuegos, consiguió hacer la partida perfecta de Pac-Man, completar todos los niveles. Nada menos que 3.333.360 puntos. Para hacer semejante burrada, Billy tuvo que aguantar más de 6 horas ininterrumpidas delante de la máquina recreativa. Como sabréis, el botón pausa no está disponible en un videojuego de salón y los asistentes que allí vieron el récord guiness, rumoreaban que Billy usaba pañales para evitar ir al servicio. Nunca se supo si era cierto o no.



    El éxito de Pac-Man fue enorme y enseguida le salieron otras máquinas con la intención de plagiar su idea, pero Pac-Man es único, es un juego que ha marcado época. Muy presente en los años ochenta, la cosecha de su éxito le permitió a la compañía Namco exportar la recreativa fuera de las fronteras japonesas. En un principio, le querían cambiar el nombre por Puck-Man de cara a occidente, pero al final no lo hicieron, ya que pensaron que algún gracioso podría darle la vuelta a la “P” y ponerle una “F” con el sobrenombre de Fuck-Man, por lo tanto, se quedó todo en Pac-Man, que es así como se le conoce mundialmente. El salón recreativo de Namco de Londres (UK), se puede jugar a una recreativa moderna de Pac-Man la cual expulsa puntos conforme a nuestra puntuación, que luego podemos cambiar por regalos en el mostrador del salón. Una brillante idea.

Gamer jugando a Pac-Man en el salón de Namco Station de Londres. Los puntos conseguidos son canjeables por regalos




¿SABÍAS QUE..? los 4 fantasmas que persiguen a Pac-Man se llaman Inky, Pinky, Blinky y Clyde, y cada uno tiene un patrón distinto de movimiento.



¿SABÍAS QUE...? la posición de los ojos de los fantasmas indican la dirección que van a tomar.



¿SABÍAS QUE...? a partir del nivel 255, el juego sufre un bug. El creador pensó que nunca nadie llegaría a ese nivel y lo dejó inacabado.
El nivel 256 es un bug, un fallo de programación. En realidad, es un nivel incompleto porque su creador nunca imaginó que alguien llegaría hasta él